TIPTON, ENTWISTLE & POWELL / 2006 Reissue (1996) Rhino Enterteinment/Warners

Cuando un disco como: Tipton, Entwistle & Powell, llega a nuestras manos, nos hace pensar simplemente en otro proyecto más de Música "Blues" o de Fusión.

Rhino Records lanzó no hace mucho al mercado dos obras de Glenn Tipton; el primero una versión remasterizada de Baptizm of Fire de 1997 que contiene grabaciones de aquel período y en donde desfilaron entre otros; intérpretes de la talla de Brooks Wackerman, Billy Sheehan, Neil Murray, como también los desaparecidos Cozy Powell y John Entwistle, además de Robert Trujillo.

Pero realmente lo destacable es el material contenido en el segundo "Edge of the World" grabado antes, en 1996, cuando el legendario guitarrista de Judas Priest se aproximó a "Atlantic Records", presentando su proyecto solista que incluía nada menos que a dos grandes del Rock inglés: el bajista John Entwistle (quien casi no necesita presentación) y Cozy Powell, uno de los mejores percusionistas de sesión del Heavy.

La edición oficial del proyecto inicial fue postergada y bajo presión del sello discográfico, Tipton tuvo que reunir una camada de gente diferente dando en ese entonces fruto y prioridad a "Baptizm of Fire". Desafortunadamente y como muchos sabrán, Cozy Powell nos dejó un 7 de Abril de 1998 cuando trabajaba con Ingwie Malmsteen y hace no mucho, Jhon Entwistle fallecía un día antes de que los "The Who" comenzarán una nueva gira a fines de Junio del 2002.

Consecuentemente éste hasta hoy inédito trabajo, es una muy buena pieza y deja de ser eslabón perdido en la música. Es bien sorpresivo; no defrauda, con un sonido muy digital de baterías a lo Turbo de Priest (1986), guitarras muy afiladas y un bajo consistente, denso a ratos, a lo "Defenders of the Faith.

La voz particular, similar a veces a Alice Cooper, Kei Hansen, o Billy Squier indistintamente. Siendo mas bien "delgada", logra calzar en este proyecto de metal pop progresivo donde ciertamente existe una fusión, pero a un nivel más metalero.

Abriéndonos paso entre las canciones nos encontramos con la Intro "Unknown Soldier", muy A.O.R. con tintes de Foreigner, decantando con sonido y estilo propios en la power metal melódica. Friendly Fire, donde se dejan caer esas tremendas percusiones del maestro Cozy Powell, un sonido lleno, muy en la onda Sabbath época Headless Cross 89 o TYR 1990, en cuanto a las guitarras, Glenn Tipton se hace presente con su sonido "afilado" y solos de gran sentimiento y experimentación, Entwistle más pesado que núnca.

Este trío de veteranos del Heavy, despliega música futurista, el apoyo en teclados de otro de los grandes del rock británico, Don Airey, se hace fundamental. Recordemos que el gran Don Airey recientemente tomó el puesto de nada menos que John Lord en Deep Purple y en sus inicios como músico, formó parte de la agrupación Hammer junto a Powell en 1974, pasando brevemente por Black Sabbath en 1979 grabando Never Say Die, años después estuvo en Rainbow durante la edición de los discos Down to Earth 1979 y Difficult to Cure 1981.

La tónica visual, que imprime Don Airey, a la par con los solos sublimes de Tipton, el peso de su guitarra, y los otros instrumentos nos van enganchando de a poco en este metal más comercial que aunque suene pegajoso sube igual las revoluciones sin perder su peso.

The Holy Man, canción experimental con raíces muy rock and rolleras, nos transporta al buen rock progresivo, contrastando con Never Say Die en cuanto a estilos, pero coincidiendo en el sonido anglosajón de Queen o el de los "Who".

Resolution, es otra de las grandes del disco, con excelentes arreglos vocales corales, el bajo de Entwistle brillando y marcando siempre hasta lo "más abajo" e inesperados pasajes musicales como himnos, entrelazados junto a los metálicos arreglos del inconfundible Tipton.

Searching, inspirada y muy a lo "Rainbow", "razones sobran", contiene inteligentes arreglos acústicos en guitarra (con cuerdas metálicas) mucha influencia Purple durante la etapa Coverdale.

Give Blood se viene con el festejo a lo Kiss, cuesta creer estar escuchando algo así en manos de estos maestros, pero aún así la canción tiene una onda muy Gene Simmons y de "rock clásico" asemejándose también a Bad Company, resaltando así la versatilidad en este álbum.

Otra grata sorpresa nos llega con Crime of Passion una preciosa balada donde las desgarradoras levantadas de cuerda de Tipton, la armonía de Entwistle el peso de Powell y los suaves, pero presentes teclados nos pasean por hermosos y melancólicos pasajes, gran momento del disco.

Walls Cave In rompe entre lo opuesto de lo acústico frente al Riff metálico, mucho contraste de sonidos, diversidad de estilos y la contribución misteriosa en voz de Tipton, haciéndose presente el Western y el rock and roll refinado del Reino Unido.

Para el final la homónima Edge Of The World, otra Marcha "Heavy" a lo Priest y la excelente Stronger Than The Drug, sin sobresalir del resto, continúan con la simpleza del sintetizador y el Power Metal comercial pero bien afiatado y heavy.

Tipton el Maestro está de vuelta con algo que había quedado pendiente y aunque los tiempos cambian, el disco queda convertido en un "Item" de culto difícil de clasificar, contiene harto de vieja escuela "hard rock" progresivo a veces gracias a los teclados y matices comerciales manteniendo la constante metalera. En resumen una colaboración y esfuerzo grupal y la razón es obvia aquí encontramos a lo mejor del legado Inglés, Powell; quien pasó por Chile junto a Brian May, además trabajó a la par con el maestro indiscutible de las seis cuerdas Michael Schenker, estuvo con otro pionero como lo es Ritchie Blackmore en la clásica primera alineación de "Rainbow" entre los años 1976 a 1978; junto a Keith Emerson y Greg Lake participó en la versión Emerson, Lake y Powell, proyecto que el declaró curiosamente como un "desastre", y de ahí a Black Sabbath en su tercera etapa con el cantante Tony Martin. Powell trae consigo a otro invitado el bajista Neil Murray compañero también de los tiempos de Whitesnake y Sabbath, John Entwistle cumple con una participación satisfactoria y se deja sentir.

Aunque a ratos cueste entender a quien estamos escuchando existe una suerte de magia en este disco, además demuestra el ejemplo claro de hermandad y la unión que siempre ha existido entre ingleses por tradición. Uno de los creadores del speed power metal y dos de los más grandes del rock inglés en búsqueda de nuevas y válidas opciones musicales, algo que tristemente no se volverá a repetir, pero que afortunadamente ahora pasa a formar parte de la historia gracias la diversidad y amplitud de criterio de sus exponentes.

El dinero recolectado con las ventas de este disco va directo a una fundación contra el cáncer en los jóvenes.

Rodrigo Trupp