SONATA ARCTICA RECKONING NIGHT 2004 /Nuclear Blast



Me costó harto ponerle las manos encima a este Nuevo trabajo de los niños prodigio del Power Metal (gracias Jimmy), y no fue en vano.

La Banda continua liderada por Tony Kakko, Voces, letras y arreglos musicales, le siguen como siempre y desde el principio, Jani Liimatainen en Guitarras y Tommy Portimo en Bateria, Marko Paasikoski en Bajo (quien remplazó desde Silence a Janne Kivilahti) y la fresca y nueva adquisición Henrik Klingenberg en teclados.

Desde un punto de vista muy personal, cuando un disco no me gusta o me cuesta digerirlo la primera vez que lo escucho, tiendo a transformar la situación en un presagio positivo, y esta no es la excepción, luego de varios días escuchando Reckoning Night, cada canción va tomando forma definida en mi cerebro, la grabación a cargo de Ahti Kortelainen y la Mezcla y Masterización finales de Mikko Karmila y Mika Jussila (colaboradores de siempre) han favorecido esta vez con creces las guitarras de Liimatainen muy por el contrario del anterior “Winter Heart’s Guild” en donde los Riffs sonaban casi sublimes.

Este discazo comienza con diez segundos de veloz y duro Power Metal en tonalidad RE (medio tono por debajo de la afinación usada generalmente por Sonata), luego de una ínfima pausa y repentino corte se reanuda la canción hacia lo que es el comienzo de “Misplaced”, en tonos y ritmos diferentes ascendentes provocados por acordes musicales mayores, las letras y la poesía nos hablan de la dualidad, de lo sensible con lo duro de la vida, en general lo incomodo que es ser hombre sin tener que demostrarlo con agresividad, hacia el coro vuelve a aparecer esa pesadez densa del principio y las voces duplicadas por cien comienzan a bajar hacia lo más grave junto a la instrumentalización intrincada, los intercambios de solo y los teclados sonido órgano de Iglesia distorsionado.

La atmósfera se da para la arrastrada “Blinded no More”, de tópico depresivo-romántico demostrando la innovadora forma de cantar de Kakko, angustiada y agresiva al mismo tiempo, harta emulación Hammond en los teclados y solos de guitarra hasta incluso bluseros.

La velocidad vuelve en “Ain’t your Fairy Tale” abriendo con el gruñido de los lobos simbólicos que a menudo forman parte gráfica en las carátulas de los discos, el inicio parece la mitad, y efectivamente durante el desarrollo de la canción uno se da cuenta que los coros están en el comienzo, aquí se habla del tema de los hombres lobo a modo de leyenda quienes hacen justicia llevando a la tumba a los despiadados inmortales.



La instrumental “Reckoning Day, Reckoning Night”, continúa con el aullido de las criaturas de la noche y un aura de oscuridad como introducción al single “Don’t Say a Word”, no tan veloz esta vez pero con teclados por todas partes como en los tiempos del “Silence” y su "intro"; algunas estrofas adelante nuevamente se escucha esta voz angustiada de Kakko y aparecen los dialogos a cargo de Nik Van-Eckmann quien también contribuyó con lo suyo en el anterior mencionado disco del 2001, en los solos destaca Liimatainen por su creatividad y sentimiento sobre la técnica, la temática nos habla del amor y sus dificultades.

Unas voces corales dan inicio a “The Boy Who Wanted To Be A Puppet” que trata el tema de los mercaderes del medio musical, una de mis canciones preferidas, inteligentes letras en donde se aprecia más lo sinfónico y lo progresivo, aquí la síncopa juega un buen papel junto a los arreglos vocales, cambios de métrica y sonidos limpios de piano.

No podía faltar esa levantada de espíritu de la que estamos acostumbrados a sentir en discos anteriores con “My Selene”(compuesta en su totalidad por Liimatainen), y la poesía hacia ese ideal de mujer, se aprecian aquí varios quiebres tonales y de altura vocal.

Las voces una vez más de Nick Van-Eckmann abren la rápida “Wildfire” tal vez el corte más agresivo y expresionista del “Reckoning” con partes que tienen algo de “Queen” y sus coros, las voces dobladas de Kakko se escuchan durante casi toda la canción.

De casi nueve minutos el tema más largo y mi favorito del disco es “White Pearl Black Oceans”, que entre sonidos de oleaje y emotividad en la “intro”, nos transporta al mundo de las leyendas, los piratas y sus historias, nuevamente las voces dobles y los coros realzan el sentido musical de la pieza y la onda bastante épica de la canción.

El final de Reckoning Night llega con los Pianos en “Shamandale” a modo de Coda aunque sin las características de un resumen, es nuevamente el sentimiento de un gran escritor y contundente letrista como Tony Kakko lo que se hace presente, en otra canción más, que toma a la mujer como inspiración.

El disco finaliza con “Wrecking the Sphere”, un Jam acústico y percutívo en donde se escucha el idioma nativo de estos finlandeses que siguen con la tónica de terminar sus discos de esta forma, simplemente disfrutando.

Musicalmente creo, el disco es bien maduro se juega harto con la variedad de alturas y melodias vocales, la grabación ayuda bastante a realzar el peso que en general tienen las composiciones, si bien es buen paso en la carrera de estos excelentes intérpretes del Power Metal moderno; pienso, le falta un poco más de aventura a nivel estructural de canción y búsqueda de sonidos diferentes. Pero el camino que se ha emprendido está muy bien enfocado, el arte gráfico está reflejado y bien representado por la Música en Reckoning Night.

Rodrigo Trupp

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